La estética abstracta del pintor Xavier Grau, en Ca n´Apol·lònia

Corominas calificó al artista de «coherente» a lo largo de un trabajo dedicado «a la pintura, pintura» dentro de los códigos de la abstracción. Desde que expuso por primera vez a los 21 años en la galería Maeght, en Barcelona, recorrido un camino «destacable en una sociedad donde algunos divagan con las modas» hasta alcanzar la plena madurez, según la comisaria, quien resaltó la «fuerza, rotundidad e ironía» en la pintura del artista. Respecto a esta última, Grau apuntó que proviene «de mi carácter, de la misma forma que veo la vida veo mi trabajo; la ironía no es para aplicarla a los demás, sino a uno mismo». Lo dice quien «intenta» que sus cuadros «tengan una evocación; trabajo en el cuadro hasta que veo que está allí y el espectador la puede sentir» y añade que quiere transmitir «emoción».