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Un mundo mágico, con magos auténticos, hobbits y elfos, donde la fantasía se convierte en protagonista. La primera entrega de «El señor de los anillos» llegó ayer a cinco cines de Mallorca tras un año y medio de rodaje en el que se grabó una trilogía que supondrá un estreno anual hasta 2004.

Las dos salas habilitadas por el cine Porto Pi Terrazas no se llenaron y faltaron las típicas colas. «La verdad es que intenté leerme el libro pero no pude terminarlo», comentaba Andreu Lario instantes antes de que empezara la película. Todo lo contrario que David Esteban, que acudía para comprobar «cómo se ha adaptado la novela y cómo se ha reflejado la historia». Su compañero, Alfredo Díaz, apuntaba la necesidad de asistir al estreno para «no enterarse de nada por la gente». «Es mejor ir el primer día, así nadie interfiere», aseguró.

Las expectativas a la entrada parecían truncarse a la salida. La mayoría coincidía en que estaba bien hecha pero había algo que fallaba. «Me ha parecido un filme para pasar el rato», dijo Joan Josep. Este joven de 19 años incluso se atrevió a criticar los efectos especiales al confesar que «en algunas escenas se nota que está hecho por ordenador». Jose, de 20 años, afirmaba que «esperaba otra cosa mucho mejor». «La publicidad que le han dado es exagerada».