El fondo documental que centralizará el CIM pondrá el patrimonio al alcance de todos fotográficamente.

TW
0

Centralizar las imágenes fotográficas del patrimonio mallorquín es el objetivo del nuevo Servei Fotogràfic de Patrimoni pendiente sólo de unos trámites en el Pleno del Consell Insular. Será un servicio abierto que estará situado en el Centre de Cultura La Misericòrdia. La idea ha surgido del Àrea de Patrimonio Cultural, de quien dependerá este fondo documental, y su ubicación serán las dependencias del Arixu del So i de la Imatge.

«Con ello se pondrá al alcance de todos los interesados en general, particulares, instituciones privadas y públicas, estudiosos que tengan necesidad de hacer uso de imágenes del patrimonio de Mallorca», dice Joana Maria Palou, directora insular del área antes citada. «Desde Patrimoni Cultural siempre estamos insistiendo en la conservación preventiva, de la que una de sus normas básicas es el conocimiento, que, a veces, pasa por cuestiones tan básicas por la reproducción de una imagen o por manipular las obras sólo en caso de necesidad», dice Palou.

«Conscientes de que una parte del patrimonio no está al alcance del público directamente, como aquél que es de titularidad de comunidades religiosas, o de propietarios privados, todo este conjunto de aspectos o circunstancias es lo que nos hemos planteado a la hora de crear el servicio, las veces que hace falta una imagen», apunta la directora insular.

El CIM comenzará por reunir todas aquellas imágenes en su poder que han sido utilizadas debido a exposiciones, catálogos, restauraciones. Sin «forzar a nadie», asegura Palou, «iremos haciendo el archivo de una manera más o menos sistemática». Ya se cuenta con mucho material, explica, «porque todos nuestros planes de patrimonio, lo que hemos puesto en marcha y lo que pondremos pasan por un trabajo de producción gráfica».

Este servicio funciona en centros de arte de todo el mundo, museos. Su funcionamiento es el siguiente: la persona o entidad interesada obtiene el uso de la imagen para una acción temporal mediante la firma de un contrato, abonando los derechos correspondientes. «Esto es lo que está pendiente de aprobación en el Pleno, las tasas que se han de pagar, que se establecerán en función de su uso». Es, en definitiva, un alquiler temporal de la imagen que igual puede interesar para, por ejemplo, hechos tan dispares para un anuncio comercial que para una tesis doctoral. Palou aclara que, el servicio, además de recoger información sobre el patrimonio de cualquier época, de la prehistoria a la actualidad, es una forma de control en vistas a la conservación.