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Después de 76 años de historia, la sala Rialto de Palma bajará mañana por última vez el telón. La familia Fortuny, propietaria del antiguo cine, ha decidido sacar a la venta el solar. De momento, según comentó uno de los herederos de la familia, Raimundo Palou de Comassema i Fortuny, no se sabe qué futuro tendrá. Tienen diferentes ofertas de compra pero ninguna de ellas es aún definitiva. El próximo día 20, Alejandro Bordoy, que tiene el cine alquilado, y la familia Salas, como apoderada, tendrán que entregar las llaves.

Desde que ofreció la primera sesión, el tres de abril de 1926, la sala Rialto ha vivido una existencia plena de caras y cruces. Durante los años de la guerra y la postguerra, junto a los cines Líricos, Born, Modern y Protectora, era una de las principales salas de proyecciones de Palma. Rialto y Moderno fueron las primeras salas en radiar los bandos oficiales de guerra conla voz del dictador Franco. Siempre estaban llenas. Eran buenos tiempos para el cine.

Durante los años 60, fue tras la sala Jaume III, la segunda en Mallorca en convertirse en lugar de proyección de películas de arte y ensayo. La nueva etapa se inició con la proyección del filme «Helga. El milagro de la vida», de contenido didáctico y muy polémica. Ante el fracaso de la experiencia de arte y ensayo, el empresario Alejandro Bordoy decidió reconvertirla en en una sala especial, que gozada de los beneficios de las salas de arte y ensayo pero proyectando películas con una mayor rentabilidad económica.

En los últimos años, han sido muchísimas las negociaciones para encontrar una salida a esta sala ante la imposibilidad de competir con los multicines. Entre otros estuvo el teatro, ya que Xesc Forteza representó allí algunas de sus obras. También se habían realizado algunos conciertos en directo. Hace menos de un año, la sala fue reformada adaptándola a los nuevos tiempos. La reforma, que fue muy amplia, se produjo después de tener el teatro más de dos años cerrado. Actualmente, se representaba la obra «Cadascú a ca seva», de la compañía Teatre Independent de Ciutat (TIC). El domingo realizarán la última representación y bajará por última vez el telón.