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La Orquestra Simfònica, dirigida por Olivier Cuendent, interpreta hoy en el Auditòrium la «Sinfonía número 4» del compositor mallorquín Pedro Miquel Marqués (Palma, 1843 - 1918) en lo que se considera un estreno mundial de la obra. Marqués reescribió esta sinfonía tras su retiro a Palma después de trabajar en Madrid. La obra sonó también ayer en Oviedo por la Orquesta de la Radio Noruega y lo hará en Madrid.

El musicólogo ovetense Ramon Sobrino, autor de las ediciones críticas de tres de las sinfonías de Marqués, explicó ayer que el compositor «estrenó esta pieza en Madrid en 1878, en el Teatro Príncipe Alfonso, con una cierta concesión hacia el público, que entonces era muy distinto al de ahora. Al regresar a Palma para retirarse, la reescribió como realmente quería, alargando el primer y el tercer movimiento y añadiendo, entre ambos, más de 300 compases e introduciendo pasajes; es ésta, la auténtica sinfonía que escribió, de mayor calidad, la que ahora se estrena mundialmente; después se publicará la edición crítica, que acabamos de finalizar, y nuestra intención es grabarla».

La experimentación que Marqués incluyó en esta pieza respecto a armonías y formas musicales llevó a que, en su tiempo, la primera versión de la misma no fuera entendida por el público. La puesta al día y revisión de las composiciones de nuestros músicos, a partir de manuscritos y otros documentos, permite la publicación de las partituras originales y, sobre todo, la posibilidad de que su música sea interpretada en todo el mundo, dice el musicólogo. Sobrino, conocedor de los autores sinfónicos mallorquines, "también autor de ediciones de Antoni Torrandell", recordó que Marqués fue discípulo de Berlioz, en París, y uno de los «máximos exponentes del sinfonismo español de la mitad del siglo XIX».