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OTR/PRESS - OVIEDO El Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2002 fue concedido ayer en Oviedo al dramaturgo estadounidense Arthur Miller, en reconocimiento a su labor como «maestro indiscutible del drama contemporáneo». El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, hizo público a mediodía de ayer el acta del jurado, en la que se destaca que Miller, «con independencia del espíritu y notable sentido crítico, ha logrado transmitir desde la escena las inquietudes, los conflictos y las aspiraciones de la sociedad actual, renovando así la permanente lección humanística del mejor teatro».

Tras conocer la concesión del Premio, Miller expresó desde Nueva York su agradecimiento por el galardón, destacó que este reconocimiento le llegue desde España, donde su trabajo «siempre ha sido muy apreciado», y aseguró sentirse «muy honrado». Entre las 27 candidaturas procedentes de quince países que fueron presentadas al Premio, los miembros del jurado apoyaron por mayoría a Miller frente al escritor portugués Antonio Lobo Antunes y el argentino Ernesto Sábato, que habían llegado a las últimas votaciones. La candidatura de Miller fue presentada por el director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), Andrés Amorós, que formó parte del jurado.

El dramaturgo estadounidense se convierte en el tercer escritor en lengua extranjera que obtiene este galardón, tras el alemán Günter Grass, que lo obtuvo en 1999, y la británica Doris Lessing, galardonada el pasado año, y en el segundo dramaturgo que alcanza esta distinción, después de que el español Francisco Nieva lo lograra en 1992. Arthur Miller (Nueva York, 1915) está considerado como uno de los principales autores teatrales del siglo XX, y entre sus obras más conocidas figuran «La muerte de un viajante» (1949), «Las brujas de Salem» (1953) y «Panorama desde el puente» (1955).

El jurado de este galardón, primero en fallarse de los ocho Premios Príncipe de Asturias, estuvo integrado, entre otros, por el director general del Libro, Fernando de Lanzas; el periodista y académico Luis María Ansón, y los escritores Andrés Amorós, J.J. Armas Marcelo, Pedro Casals, Antonio Colinas, Fernando Delgado, José Luis García Martín y Fernando Sánchez Dragó. Tras hacerse público el fallo, Víctor García de la Concha afirmó que Arthur Miller «es un maestro del arte escénico» y, al mismo tiempo, «un ejemplo de servicio desde al arte a la sociedad actual», y destacó también la importancia de otros candidatos que han tenido opciones hasta las últimas votaciones, como los españoles Juan Marsé y Rafael Sánchez Ferlosio y el peruano Alfredo Bryce Echenique. Por su parte, Andrés Amorós afirmó que la concesión a Miller supone un reconocimiento «a la máxima figura del teatro universal».