Admira las líneas expresionistas del pintor alemán Egon Schille, a
Morandi, y la escultura en hierro de Julio González y Pablo
Gargallo. De éste último dice: «Cuando vi la exposición de su obra
en el Casal Solleric me entró una depresión pensando qué podíamos
hacer después». El escultor Jeroni Bosch habla con el corazón en su
estudio, cerca del fuego de la fragua, rodeado de hierros
herrumbrosos que hay que sortear. Ayer expuso inauguró en la Lin
Gallery de la Costa de la Calma, en Andratx.
No ha querido decirnos su edad, no mucha por otra parte, pero sí
que lleva diez años tallando y trabajando la escultura en distintos
materiales. Su historia tiene un momento clave: «Cuando fui a
Italia, a estudiar la talla de mármol, volví herrero». ¿Por qué
este cambio? «Sabía a lo que iba, me interesaba la talla, luego
está tu propia personalidad que hace que te decantes». Es el
material, dice, «el que te lleva». De la masa ha ido simplificando
hasta expresarse sólo con líneas con las que construye los
volúmenes. De Schille le atrae la expresividad de los contornos; de
los bodegones de Morandi, la síntesis.
Con estas y otras referencias, de las que no reniega, al
contrario, va perfilando un estilo propio a base de figuras ligeras
basadas en lo que denomina «la musa», el cuerpo de mujer que no se
explica siempre, muchas veces se insinúa, lo que consigue, a golpe
de martillo, a base de curvas sinuosas. Es lo que califica como
«transparencias». Bosch también aprende investigando, probando,
buscando aquí y allá. Por ejemplo, para crear un volumen que, en
realidad, es un vestido, «le dije al diseñador de ropa Xisco
Caimari que me enseñara cómo era eso de los patrones».
De los maestros comenta: «Si nos dan, ¿para qué olvidar sus
enseñanzas. Lo que hay que hacer es no imitarlos, pero nunca
olvidar lo que ellos consiguieron». Él inventa, se divierte
haciéndolo. Y le parece todo un hallazgo «cuando el material te
responde, cuando ves que te está pidiendo un martillazo, ese es el
equilibrio entre la materia y el ser humano». Se autodefine «muy
cabezón», tanto que ha conseguido organizar un simposium de
escultura este verano y varias toneladas de mármol de Carrara para
los artistas, que se desplazarán a Palma. Bosch es el
comisario.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.