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El escultor Eugenio López ha dado forma en el taller de forja de Can Seguí, en Palma, a una escultura de gran formato que se instalará en un parque público de Gijón por encargo municipal. Al ver la pieza definitivamente montada, el artista asturiano, residente en Menorca, comentaba la «proeza» que había significado haber puesto en pie la estructura de acero corten, imponente y al mismo tiempo ligera.

La pieza «pertenece a una serie de esculturas que podían llamarse 'alrededor del cubo' y es la acotación de dos cubos con las aristas incompletas que descansan sobre dos de ellas, dos cubos virtuales en una posición casi dinámica», explica. Titulada «Confluencias», pesa dos toneladas y mide 5 x 12 x 3 metros. «Siempre hago mis piezas en Can Seguí pues, aquí, me siento como en casa», reconoció. «Hasta que no la ves terminada no te lo crees porque con estas dimensiones es difícil; ha resultado una labor de complejidad minuciosa», añade. Los operarios de Can Seguí viajarán a Asturias para montarla.

Eugenio López, que ha expuesto varias veces en la galería Altair, y que tuvo una pieza en el Casal Solleric en la muestra «Escultures de pintors», dice que en los últimos tiempos la escultura ocupa más su tiempo que la pintura, aunque en su proceso creativo ambas caminan íntimamente relacionadas. «La escultura se desprende del plano, es una continuación de mi pintura bidimensional». Interesado por el geometrismo, señala: «Derivé en la geometría por una necesidad de orden». López editará en Burdeos un libro con el poeta francés Jean Paul Michel. Otro de los aspectos de su producción son las intervenciones en centrales térmicas con planos de color «para poner orden en el caos».