Los sesenta regresan al presente de la mano de la nostalgia y de la música

Los tres grupos más famosos de la década de los sesenta rememorarán sus temas míticas. «Los Javaloyas recordaremos canciones como 'El paraíso del amor'», comenta Serafín Nebot, cantante del conjunto. Los Javaloyas llevan más de cincuenta años sobre los escenarios, ya que sus orígenes se remontan a principios de los años cincuenta. En la Misericòrdia presentarán una formación clásica con un bajo, una guitarra, un batería y una voz más sus respectivos coros.

Los Beta, por su parte, nacieron después que Los Javaloyas. «Los Javaloyas tenían una calidad musical muy buena, Los Beta éramos más rudimentarios y cañeros, más comerciales», según Xisco Balaguer, de Los Beta. Una canción que nunca falta en sus recitales es «Juanita Banana», un «clásico» de su repertorio. El Grupo 15, por su parte, repasará durante la actuación las canciones del verano que surgieron durante esa década más algún que otro pupurri de sus temas.

Otros tiempos, otras épocas. Àngeles Rodríguez, una asturiana residente en Mallorca desde hace tiempo y cercana a la cincuentena, recuerda con nostalgia los sesenta. «Los Javaloyas no sólo eran famosos en la Isla, en la Península también se les conocía», según Rodríguez. Su fama podía equipararse a la de formaciones como Los Sírex. «Se trataba de los grupos punteros de aquella época y aunque ahora los jóvenes piensen que son unos carrozas, en los sesenta esa música se consideraba lo más moderno, una de las pocas maneras que teníamos de evadirnos del franquismo y de relacionarnos con otros movimientos musicales europeos», explica.

Eran otros tiempos pero también otra Mallorca. En los sesenta, tanto Los Javaloyas, como Los Beta como el Grupo 15 vendían más que los propios The Beatles y actuaban en salas míticas como El Chico, Tagomago, Los Pinos, Tropicana o Virginia. A la Isla se acercaban músicos de la talla de Jimmy Hendrix, Louis Armstrong o Tom Jones y Mallorca empezaba a abrirse al turismo. «Esos años me recuerdan a mi juventud, a mis primeros momentos de libertad», asegura Joana Victory, una mallorquina a punto de cumplir los 50. Los tres conjuntos mallorquines eran los ídolos locales. «Íbamos a escucharlos y todas las quinceañeras gritábamos como locas». Sus álbumes se vendían como rosquillas. «Sus discos fueron los primeros que compré», en palabras de Victory.

El patio de la Misericòrdia recogerá la nostalgia de toda una generación y la acercará hasta el presente. Regresarán los pantalones de campanas, las chancletas con flores enormes, las camisas hippies y los accesorios con conchas. «La moda actual es una adaptación de la de aquella época, voy por la calle y es como si volviera a los veranos en mi pueblo, a los guateques y a mis primeros años de facultad», dice Rodríguez. Jóvenes y mayores bailarán al ritmo de los sesenta, al ritmo de los años dorados de la música en Balears.