Imagen de uno de los escudos hallados en el Teatre Sans.

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Escudos medievales, arcos, capiteles, inscripciones árabes inéditas y un fresco del siglo XIV son algunos de los hallazgos hechos durante las obras de rehabilitación del Teatre Sans y el claustro de la basílica de Sant Francesc. El conseller de Obras Públicas, Francesc Quetglas, y Jaume Carbonero, director general de l'Habitage, visitaron ayer las obras en compañía de los arquitectos. La historia de la casa señorial del siglo XVI, convertida en teatro, ha salido en la luz en forma de cerámicas y arcos, cosa que ha ralentizado el trabajo del arquitecto, Rodolfo Schmidt: «Ha sido muy difícil compaginar las medidas de seguridad necesarias para el teatro y conservar la estructura de edificio catalogado».

Uno de los hallazgos más importantes ha sido un fresco del siglo XIV. Según el historiador de la UIB Josep Morata, experto en esta técnica, se trata de uno de los frescos de dicho siglo más grandes de Mallorca. El descubrimiento fue por casualidad. «Teníamos una escalera apoyada en la pared y con un golpe saltó un trozo de pintura y apareció el obra», manifestó Pere Mestre, de Estudi Zero, «lástima que no está en un lugar visible para el público. El presupuesto de las obras es de 500.000 euros (80 millones de pesetas) y Obras Públicas del Govern ha aportado 275.000.

También está siendo rehabilitado el claustro gótico de Sant Francesc, donde se limpia la piedra y también las vigas del techo dónde se han encontrado algunas curiosidades, como unas inscripciones árabes en una cenefa dónde pone «Alá es el único Dios». El claustro se repintó en los años cincuenta y ahora «se está dejando cómo estaba al principio», explicó Sebastià Gamundí, el arquitecto de la Diócesis. También se han descubierto tumbas que fechan de antes de la construcción del edificio, pero todavía no ha podido descifrarse cómo han ido a parar o si serían transportadas.