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MIQUEL ROSSELLÓ Cuando se habla de un grupo de música que canta en catalán, existe la tendencia de englobarlo dentro del estilo del rock en catalán. Pero no es siempre así, y, para confirmarlo, basta con escuchar una o dos canciones de Sapo. La formación ofrecerá esta noche su primer concierto en Mallorca, dentro de las fiestas de Felanitx, donde compartirán escenario con artistas tan variados como Antònia Font o Carlos Baute. «Sapo no tiene nada que ver con lo que se ha visto hasta ahora, no reivindicamos nada, para eso ya está Lluís Llach, nuestra intención sólo es transmitir diversión», dijo Jordi Busquets, guitarrista del grupo.

Hay un hecho que marca su diferencia respecto a otros grupos que usan el catalán en sus canciones: sus influencias. «Las formaciones como Els Pets o Sopa de Cabra tienen influencias del pop rock inglés de Oasis o del rock de los Rolling Stones, pero las nuestras provienen del rock norteamericano de los noventa, como Red Hot Chili Peppers, Faith No More o Jane's Addiction».

Uno de los hechos que el guitarrista destacó es que «los temas son críticas ácidas que están explicadas desde el punto de vista de un niño pequeño. No hablamos de amor ni temas trascendentales, sino que narramos las cosas que nos pasan y que encontramos divertidas». Aunque dentro de su disco «Vatua» haya canciones con nombres tan expresivos como «La Abeja Maya» o «Jols», dedicada a la adicción que tienen los componentes de la formación a la marca de caramelos.

A pesar del poco tiempo que hace que se dieron a conocer, ya hay conjuntos que han mostrado su admiración hacia ellos. «Grupos como Dover siempre se quedan a ver nuestra actuación cuando coincidimos en algún festival al igual que Fermín Muguruza, quien reconoció estar impresionado con el disco», comentó Busquets.