Actividad frenética en la Seu. Albañiles, carpinteros,
electricistas e informáticos han desplegado una grúa, cables y
hasta ordenadores, ruidosa presencia a la que se unen los turistas.
Entre tanta faena destaca la aparición de un sarcófago gótico en la
capilla de Sant Pere. Se trata de una pieza de pequeño tamaño que
ha sido datado entre los siglos XIV y XV, encontrado en el interior
de la base del retablo neoclásico que acaba de desmontarse en dicha
capilla.
Pere Joan Llabrés, delegado diocesano de Patrimoni Cultural,
explicó ayer que el sarcófago «había sido utilizado como material
de relleno, como un sillar más, cuando se construyó el retablo in
situ». La obra, que apareció sin tapa, es de forma rectangular y
uno de sus laterales está decorado con relieves que, según Llabrés,
«probablemente representan a un canónigo de la familia
Galiana-Dezcallar». Es una figura masculina, tumbada, con casulla,
cuya cabeza reposa sobre un cojín y con un perro a sus pies, animal
que representa la fidelidad.
En otro de los frentes se esculpió el escudo de la familia antes
citada. Labrado en piedra, aún quedan restos de la policromía con
que fueron decoradas las figuras en dorado, rojo y azul. Por otra
parte, la informática se ha instalado en la capilla de Sant Pere,
donde un ayudante de Vicenzo Santoriello, ceramista italiano con
quien trabaja Miquel Barceló su mural de cerámica, ha instalado una
oficina de campaña y dos ordenadores con los que toma medidas y
hace recreaciones virtuales.
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