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Con el título de «Un llegat humà per a ús diví» se inauguró ayer en el convento de las Caputxines de Palma una exposición en la que se muestran los ornamentos litúrgicos y frontales de altar que el centro conserva desde la época barroca. Asimismo, también se presentó el belén monumental del siglo XVIII que, desde ayer, es Bé d'Interés Cultural. También puede verse la colección de belenes del monasterio de los siglos XVII a XIX.

La exposición, que puede visitarse hasta el 9 de enero, se centra en las piezas textiles del convento. Comisariada por Carme Masdeu, Luz Morata, Roser López, Aina Pascual y Jaume Llabrés, presenta casullas, dalmáticas, capas pluviales, estolas y cobrecalces, entre otros elementos de gran belleza. Según los comisarios, una de las curiosidades de la colección es que muchas de las telas con las que se confeccionaron los ornamentos provienen de trajes y rebosillos de señoras de la nobleza del siglo XVIII. De esta manera, a través de las telas puede evaluarse la evolución de la moda de los tejidos, la mayoría con profusión de flores, pájaros o frutas.

La exposición, que se divide en tres salas, se complementa con una muestra de herramientas, utensilios y retratos. La colección de las Caputxines, formada por piezas que van del siglo XVII al XIX, es una de las mejores y se encuentra bien conservada. A estas alturas existen tres inventarios. El patrimonio catalogado consta de unas 600 piezas y 40 frontales de altar. Quedan por catalogar unas 50 piezas, en su mayoría indumentaria propia de las imágenes de vestir.