La Setmana del Llibre cerró ayer sus puertas en Fires i Congressos
con unos 10.000 visitantes, buenas ventas y una mayor participación
del público en los actos culturales en el programa, un aspecto,
este último, que los organizadores destacaron ayer como positivo.
Los lectores más jóvenes han gozado de una especial atención.
Entre los asistentes, destacó ayer la presencia de Francecs
Antich, president del Govern, que recorrió los stands y adquirió un
par de libros, «El moviment antiglobalizaciò explicat als meus
parets», de Salvador Martí, y «Educar en la politica», de Eduard
Vallorey. Antich estuvo saludando a los poetas Vicenç Calonge y
Josep Arnau Estrades, que protagonizaron un recital poético-musical
bajo el título «Homes de combat». En su paseo también se encontró
con Bonet de ses Pipes o Magdalena Bonnin, autora del libro
«Gracies per haver viscut», que regaló un ejemplar al
president.
Los libros triunfadores de esta cita con las letras fueron, en
narrativa, «Ulls d'aigua», de J.N.Santaeulàlia; el citado libro de
Bonnin y «La maleta de mots», de Joan Gelabert. En cuanto al
ensayo, «L'Ovidi», de Núria Cadenes, y «Sexe i confessió. Les
beates del pare Suau», de Bartomeu Prohens. En ciencias sociales
los que más se vendieron fueron: «La construcción territorial de
Mallorca», de Nofre Rullan, y «Els peixos de les Baleares», de
Xavier Mas y Xavier Canyelles.
La Setmana del Llibre acogió a más de 300 editoriales de
Cataluña, Valencia y Baleares, que han estado presentes con 20.000
títulos. La organización espera que las ventas, que «se han
mantenido», superen los 60.000 euros de 2002.
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