El público, en su mayoría juvenil, buscó sus títulos preferidos. Fotos: PERE BOTA

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S. BERNNASAR
Casi dos mil personas pasaron en la mañana de ayer por la Fireta de Llibres i Tebeos Vells, organizada en el patio de la Misericordia, donde los libreros y particulares pudieron exhibir sus tesoros y donde el público pudo remover durante más de cinco horas entre el numeroso material expuesto. Esta fireta se trasladó de Manacor a Palma y ha servido como punto de salida para el Còmic Nostrum de 2003, que llega a su quinta edición.

Además de la compra-venta de libros y tebeos, la fireta tuvo numerosas actividades en torno al mundo del cómic. Desde las diez de la mañana, el dibujante Bibi estuvo haciendo caricaturas a todos los que las pedían por tan sólo un euro. El dinero que se recaudó con esta iniciativa y con las aportaciones de libros de las instituciones y de Sa Nostra se destinó a los refugiados desplazados por la guerra en Irak. Precisamente hubo muchos mensajes antibelicistas, tanto entre los compradores y vendedores como entre la gente que actuó en la fiesta.

Estas actuaciones tuvieron dos momentos estelares: la música del orquestina Tarambana y las actuaciones de los cuentacuentos, que hicieron las delicias de los más menudos. Sin embargo, posiblemente ayer los niños fueron los verdaderos protagonistas de la fiesta y a ellos se encaminaron actividades como el taller de papiroflexia a cargo de Rosa Peña que se vio rodeada de menores a los que enseñó a hacer las figuras más diversas.