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«De Montparnasse a la idea pura. Viaje por las vanguardias del siglo XX en la Colección Serra» es un recorrido que se inicia en 1874, cuando en París se organiza el Salón de los Independientes, -artistas que reaccionan contra el orden establecido-, que culmina con los salvajes alemanes «y las propuestas que arraigaron tras la reunificación de Alemania o la desestabilización de la URSS». Esta mirada al arte moderno y contemporáneo, que ha comisariado Lola Durán, se expondrá a partir del próximo día 11 en la sala Kubo del Kursaal de San Sebastián. Durán ha escogido 140 piezas de la Colección Serra para conducir al espectador «por las diferentes disciplinas y formatos a los que recurrieron los artistas en el devenir de las vanguardias» y que plasmaron en distintos soportes: papel, cerámica, lienzo, escultura.

La comisaria articula la exposición teniendo en cuenta tres ejes fundamentales en el siglo XX, los dos conflictos mundiales y la caída del muro de Berlín, y los cambios de escenario respecto al arte que van sucediéndose, desde París a la Alemania reunificada haciendo altos imprescindibles en España o Estados Unidos. La sala del Kubo se abrirá con obras de las primeras vanguardias para continuar con dos paréntesis monográficos dedicados a Miró y Picasso, seguir por los informalismos europeos y el expresionismo abstracto americano hasta llegar al panorama actual.

El público se encontrará, entre otras, con obras de nombres que hicieron historia en la creación plástica del siglo pasado como Andre Derain; Marc Chagall; Juan Gris; Alexander Calder; Paul Klee; Tsuguharu Foujita; Fernad Lèger; Leo Gestel; Balthus; Tanguy; Jean Dubuffet; Jean Fautrier; Paul Delvaux; Penk; Kiefer; Polke; Motherwell; para culminar con escultoras como Rebecca Horn y Magdalena Abakanowicz o los más jóvenes, entre ellos José Manuel Broto o Cristina Iglesias. En la selección no faltan artistas vinculados o nacidos en Mallorca como Anglada Camarasa; Juli Ramis; Aligi Sassu; Jakober & Vu; Matti Klarwein; José Maria Sicilia; Joan Costa o Joan Bennàssar. La muestra ofrece dos lecturas, según la comisaria: una, de carácter histórico o cronológico, y otra que va desde las visiones geométricas, más intelectualizantes, a formas más expresionistas con plasmación más directa del sentimiento.