V.Tomás y A.Sánchez-Cantalejo, entre los ganadores de 2002.

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La demarcación de Mallorca del Colegio de Arquitectos acaba de convocar un concurso «para el diseño del objeto-símbolo» que distinguirá los Premios de Arquitectura, de carácter bianual, que se entregaron el año pasado por primera vez. Con esta convocatoria abierta se busca la implicación de otros sectores, diseñadores, artes plásticas «o aquellos que crean que tiene algo que aportar en este sentido». Federico Climent, presidente de la demarcación mallorquina del Colegio, explicaba ayer a este diario que la entidad quiere conseguir un «símbolo, una referencia, algo que ponga ojos y cara a la actividad», que en el caso de los Premios de Arquitectura de Mallorca son las mejores obras en distintas categorías: rehabilitación, vivienda unifamiliar, plurifamiliar, efímera, espacios públicos, edificios y un galardón a la mejor obra del período que abarca el premio. Son galardones a construcción finalizada.

«Los premios importantes en actividades de diseño o artísticas tienen un símbolo que les da nombre, como el Goya, de la Academia del Cine, o el Delta que entrega el Fomento de las Artes Decorativas (FAD) de Cataluña. Como éste es el año del diseño hemos querido contribuir con la convocatoria de este concurso». Lo que busca el Colegio es un «objeto en tres dimensiones que debe resolver la doble versión de los premios». Por una lado, la de mejor obra; por otro, los mejores de las categorías antes citadas. «Debe ser un objeto que ofrezca una solución integrada», apunta Climent, quien anima a los creadores jóvenes a participar.

La intención es presentar el resultado de este concurso a finales de primavera, junto a la publicación en la que se recoge todo sobre los Premios de Arquitectura de 2002. «Por eso vamos un poco justos de tiempo ya que los diseños deben estar en la sede del Colegio el próximo 30 de mayo». Los Premios de Arquitectura de Mallorca se instituyeron con un fin, «que la sociedad sepa lo que los arquitectos consideramos buena arquitectura», dice Climent. Por eso la búsqueda de ese elemento que identifique los galardones, «porque queremos que sean unos premios abiertos tanto a los arquitectos como al conjunto de la sociedad». Un jurado integrado por profesionales de prestigio recorre todas las edificaciones levantadas y elige lo mejor.