Una de las imágenes de Eva Perón en la intimidad de la Casa Rosada.

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Pionera en muchos aspectos del mundo de la fotografía, Gisèle Freund (Berlín, 1908 - París, 2000) tuvo una vida marcada por el exilio que la llevó de Europa a Estados Unidos, México, Argentina y le permitió conocer los grandes nombres de la cultura del siglo XX: literatos, filósofos, artistas, a los que retrató en color, dando a conocer al público y a los profesionales las posibilidades de esta técnica. Teórica también del medio, en sus libros aportó reflexiones sobre el hecho fotográfico. Su obra se expone a partir de hoy en el Centre de Cultura Sa Nostra.

«El món i la meva càmara» es el título de la exposición de sus fotografías, que ha sido comisariada por Lydia Oliva. Coproducida con el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, la muestra se completa con proyecciones y material original. Oliva explicó ayer que Gisèle Freund participó en la selección de imágenes que, como línea argumental, se desarrolla sobre las ciudades que la artista recorrió con sus cámaras a lo largo de una intensa vida. «Fue pionera en muchos aspectos, como el de la foto en color». Las revistas europeas de entonces no editaban en color, pero sí lo hacían las americanas como «Life» o «Time», de las que tuvo muchos encargos y en las que sus fotos fueron portada. Como teórica, «fue de las primeras que comenzó a hablar de lo que representaba la fotografía, de la influencia de ésta en la sociedad y de cómo mediante ella se podían manipular los hechos», explicó Oliva.

Su afinidad intelectual y personal con la izquierda le permitió conocer a personajes míticos como André Malreaux, Walter Benjamin, James Joyce, Virginia Woolf, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, unos jóvenes Julio Cortázar y Carlos Fuentes, Victoria Ocampo, Margueritte Duras, Jean Cocteau, Louis Aragon, Henry Matisse, Man Ray, Marcel Duchamp y una amplia lista de nombres que con sus obras han escrito la historia de occidente. Todos están reflejados en la exposición junto a un impresionante reportaje sobre la «opulencia» con la que vivía Evita Perón, a quien siguió y retrató para «Life» en un reportaje que a punto estuvo de no ver la luz por motivos de censura.