La obra responde a una decoración propia de las islas.

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Un retablo mudéjar (s.XIV y XV) aparecido hace unos cuatro años en una casa de la calle Sant Gaietà será adquirido por el Estado, que lo cederá al Museu de Mallorca. La compra, aprobada por el Ministerio de Cultura a través de la dirección general de Bellas Artes, aún no se ha materializado. La Conselleria de Cultura del Govern intervino como intermediaria para que esta obra, que pertenece a un particular, quedara en Mallorca y pudiera ser disfrutada por todos. Pere Muñoz, director general de Cultura, confirmó ayer que su departamento «hizo una petición al Ministerio que, tras diversas negociaciones, fue aprobada». Muñoz recordó que se trata de «una pieza estupenda que se quedará en la Isla».

El retablo fue descubierto bajo un forjado cuando en el citado edificio palmesano se hacían trabajos de restauración. La obra, de unos 50 metros cuadrados, «fue desmontada pieza a pieza y numerada para que pueda ser reconstruida perfectamente en otro lugar». Así lo explica el restaurador Ramón Sánchez Cuenca, encargado de 'bajarlo' del techo y supervisar el proceso de desmontaje. Del mismo, «fotografiado exhaustivamente», también se hizo un estudio histórico en 2000, obra de Elvira González, historiadora del arte, y otro científico, sobre los pigmentos, aglutinantes, materiales, entre otros aspectos, firmado por el laboratorio Arte Lab de Madrid.

«Los propietarios del edificio me pidieron que les encontrara un comprador. Ellos no podían mantenerlo en el mismo lugar porque les hubiera significado modificar toda la obra que estaban haciendo ya que el artesonado se encontró cuando ésta estaba comenzada», explica Sánchez Cuenca, quien entonces se dirigió a la Conselleria de Cultura y fue cuando Pere Muñoz se puso en marcha. «El dueño quería que se quedara en Mallorca», asegura el restaurador. Entonces, el Ministerio de Cultura «aprobó la compra e inició un expediente» que finalmente no se resolvió por lo que después se inició otro. «La semana pasada volvimos a recibir una nueva propuesta de contrato de adquisición», explica Sánchez Cuenca, quien apunta que el artesonado «necesita una restauración».