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El pintor Pep Guerrero (Port de Sóller, 1966) ha obtenido el X Premi Ciutat de Manacor de Pintura 2003. Al certamen se presentaron 98 obras y las 24 seleccionadas se exponen desde el pasado sábado en la Torre dels Enegistes de la citada localidad. Guerrero consiguió el galardón con una cuadro de técnica mixta sobre tela, una de las escasas piezas de su última etapa que se han visto en público y que mostró por primera vez en la pasada feria de Arco, en Madrid.

Son obras que se abren a la figura humana y a nuevos elementos de representación. A la combinación de sus paisajes románticos, en la más pura tradición clásica del XVIII, y los elementos más actuales o 'decorativos', Guerrero añade ahora el bodegón y el retrato, imágenes propias en el primer caso o tomadas de la historia del arte en el segundo. «Puesto que el paisaje significa en mi obra el símbolo de lo clásico, pensé que hay otros iconos del clasicismo que podía utilizar», explica el pintor. «Conceptualmente, el paisaje hace de contrapunto con los estampados, más banales o decorativos, si se quiere, para contraponer lo de siempre con lo más efímero».

Guerrero señala que cuando comenzó a indagar en este nuevo campo de acción, «creía que tenía sentido, que los elementos quedaban bien integrados dentro del cuadro y más que un riesgo creo que es un paso, cuando caminas siempre estás en disposición de caerte, pero, así y todo, hay que caminar».