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«Caminar sin saber hacia dónde se va, eso es lo mejor». Joan Costa investiga constantemente, juega con los planos, los rompe o introduce nuevos elementos que le llevan a descubrir nuevas formas creativas. Sus últimas esculturas podrán verse a partir de mañana y hasta el 5 de agosto en la galería Marimón de Can Picafort.

«En la exposición se mostrará una continuación de mi trabajo». Una continuación que le ha adentrado por nuevos caminos. Por una parte, sus obras tienen «una mayor ondulación para dar más movimiento a la materia». Por otra, introduce la espiral como forma «infinita» sugiriendo «la sensación de que no hay un final». Por último, Costa ha experimentado con «varillas que conforman una línea». «Me sirve para desmaterializar la curva, para reducir al mínimo los planos y dar una sensación de fragilidad y de ligereza».

Las xilografías y los dibujos sobre papel complementan el montaje. «Las xilografías me permiten jugar con la luz y la sombra que, sobre el papel, crean el relieve y la forma». Algunas, introducen el nuevo descubrimiento, «la línea que sobresale del plano general». La obra gráfica, por su parte, presenta dibujos de los esbozos de las obras hechos a través de tintas e, incluso, de collages.