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Una multitud despidió ayer a Compay Segundo entonando de forma espontánea su popular creación «Chan chan» durante el paso del vehículo por las calles y el posterior entierro del artista cubano en un cementerio de Santiago de Cuba. Francisco Repilado, conocido popularmente como «Compay Segundo», falleció el pasado lunes a los 95 años en La Habana, víctima de una insuficiencia renal. Compay, que había actuado en dos ocasiones en Mallorca, fue enterrado ayer, martes, en el Panteón de las Fuerzas Armadas del cementerio de Santa Ifigenia de Santiago mientras la multitud que acudió a decirle el último adiós cantaba la famosa «Chan chan». Durante varios minutos, los asistentes corearon el famoso estribillo mientras el cuerpo recibía sepultura.

La representación institucional se redujo a responsables provinciales de cultura, a pesar de que Compay Segundo es considerado un mito de la música cubana, y su velatorio en La Habana contó con una corona remitida por el presidente del país, Fidel Castro.

Durante el sepelio, el musicólogo Lino Betancourt, autor de un libro sobre Compay, recordó al artista como un hombre que derrochó simpatía hasta el último minuto de su vida.