Rebecca Horn, ayer en el Claustre de Sant Domingo de Pollença. Foto: T.L.

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La artista alemana Rebecca Horn ha realizado especialmente para la iglesia de Sant Domingo de Pollença la instalación «Moon Mirror-Mirall lunar», una espectacular creación que será inaugurada mañana. Junto a la instalación, la artista ha escrito un poema dedicado a esta población del norte de Mallorca, que ha sido musicado por Hayden Chisholm y que será interpretado en directo el día de la apertura, a las 21.00 horas. Posteriormente, el domingo día 20 será nuevamente representada. Hablamos con la creadora.

-Ha realizado su obra especialmente para la Iglesia de Sant Domingo. La música, sin embargo tiene reminiscencias árabes. ¿Ha concebido su instalación como un «choque» entre culturas?
-En absoluto. No habría que haber ninguna diferencia entre religiones, ya sean islámicas, judías o cristianas. Desafortunadamente estamos en un mundo muy triste. Sólo hay que ver lo que ha pasado en la guerra de Irak. Lo que he querido hacer es una llamada al entendimiento humano, al amor entre los hombres. Pero ahora no quiero profundizar en cuestiones políticas.

-Su obra combina luz, movimiento, música, poesía...
-Uso diferentes elementos. La poesía es algo que he ido cultivando desde hace tiempo. La creación audiovisual siempre me ha interesado mucho. En esta escultura tienes que encontrar tu punto de posicionamiento, que cambia continuamente con el movimiento del espejo. Esto permite reflexionar a uno en cosas como ¿dónde estoy ahora? ¿Subo o bajo? Es como una metáfora de la vida.

-Sus instalaciones tienen mucho en cuenta el espacio donde se ubican. Pienso por ejemplo en el Palais de Tokyo.
-Allí expuse la obra «Light impresioned in the belly of the whale» («Luz impresa en el vientre de una ballena»). Fue fantástico por la disponibilidad del espacio. Realicé un homenaje a la obra poética de un amigo mío. Ahora, esta misma obra voy a llevarla a Palma, concretamente en el Museu des Baluard. Allí, cambiará de ubicación, ya que se instalará en el aljibe. Es la misma instalación, pero adaptada a otro entorno. También cambiará el contenido poético, que será de mi propia creación.

-¿Cuándo se realizará a cabo esta instalación?
-Aún no hay nada determinada. Hay que esperar a que se abra el Museu. Está todo abierto. Pero me hace muchísima ilusión. De hecho, el aljibe es como el mismo vientre de la ballena.

-¿El espacio le condiciona, o usted condiciona el espacio?
-Procuro adaptar la pieza al espacio. «Moon Mirror» necesita un techo alto. El de la Iglesia es perfecto. Pero también puedo recrear el conjunto espacio-pieza a nuevas necesidades, siempre que sea posible.

-Usted ha realizado películas con Donald Sutherland. ¿Qué cine le ha influído?
-Me gustaba mucho Fellini, gente como Buñuel. Son influencias de juventud. Pero llega un momento en que uno debe crearse su propio camino.

-Como profesora de arte en la Universidad de Berlín, ¿qué orientación ha dado a sus alumnos?
-Lo mismo que he dicho antes. He enseñado varias disciplinas, multimedia. Siempre dejo que el alumno escoja su propio estilo, que lo vaya descubriendo poco a poco, con el tiempo. Es importante no cerrar a nadie la creatividad. Repito: cada uno tiene que ser capaz de encontrar su propio camino en el arte.

-Tiene casa en Pollença. ¿Qué relación tiene con la Isla?
-Llegué aquí hace años, cuando Balears era un sitio tranquilo, alejado. Ahora es muy diferente. Gracias a una amiga, decidí instalarme en la Isla para «cargar pilas». Estoy aquí, tengo mi estudio. Pero no me relaciono con el ambiente artístico de Mallorca. Estoy lo más tranquila que puedo.