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Tras una larga enfermedad, el escritor Avelino Hernández falleció ayer a las 14.00 horas en Selva. El viernes, a las 20.00, sus amigos y lectores le recordarán en un acto civil en la plaza Es Parc de la localidad. Hernández, nacido en la provincia de Soria en 1944, se instaló en Mallorca en 1996 junto a su esposa Teresa y la Isla le inspiró algunas narraciones como «¿Y por qué no te atreves a llamarlo amor?» (1997) o «Tu padre era mi amigo». Avelino Hernández, autor de numeroso libros de infantil y juvenil, también había publicado varias novelas para adultos, especialmente en los últimos años. «La señora Lubirmoska regresa a Polonia» es la entrega de la que nos habló el autor en abril de este año asegurando que se trataba de una novela «intimista, de reflexión, contada a través de una mujer». También en Espasa, en 2001, publicó «Los hijos de Jonás».

Ganador del Premio de Narrativa Miguel Delibes en 1996, Avelino Hernández era una persona vital, animosa, de buen corazón, que luchó hasta el final contra su enfermedad. Siempre con su boina a la cabeza, este recio castellano impregnado de mediterraneidad se podía confundir con un pagés en sus paseos por el campo mallorquín, en el que se encontraba muy feliz viviendo y donde se había refugiado tras abandonar la «vorágine» de Madrid por el «sosiego» de la Isla, que encontró en su casa de Selva.

Autor prolífico, otros de sus títulos son «El día en que lloró Walt Whitman», «Almirante Montojo Conmodore Dewey», «No oyes el canto de la paloma», «La boina asesina del contador de cuentos» o «Conspiración en el parque del Retiro», entre otros muchos.