Dibujo de Chillida de 1946.

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Damas de Antonio Saura y manos de Eduardo Chillida. Con estos dos temas recurrentes en la obra de ambos artistas, El Museu d'Art Espanyol Contemporani inaugura esta tarde dos exposiciones en las renovadas salas de la calle Sant Miquel. Javier Goma, director gerente de la Fundación Juan March, dijo ayer en la presentación que ambas muestras se enmarcan en una nueva política de la entidad dentro de la que «Palma va a ser una prioridad», aseveración ésta que definió como «declaración de principios».

Hasta el 15 de noviembre, el público puede acercarse a un aspecto concreto en la creatividad de dos autores, fundamentales en el arte español del siglo XX, que trabajaron «desde los años cuarenta hasta final de la centuria», como explicó Javier Goma, nuevo director gerente de la Fundación Juan March. «Se trata de un tema constante en su producción», apuntó. En Chillida, las manos revelan toda la esencia en una síntesis muy feliz, incluso están en el origen de sus formas escultóricas, como se puede ver en esta exposición».

En cuando a las damas de Saura, artista de quien se conmemoró ayer el quinto aniversario de su muerte, «las trabajó en muchos formatos y técnicas, son damas que el propio Saura calificaba irónicamente de mujeres transgresoras, monstruosas o de belleza obscena», señaló Goma, quien recordó que, aunque Saura y Chillida «se movían en el contexto artístico de la abstracción, estas dos exposiciones son figurativas». De las exposiciones se han editado sendos catálogos. De «Chillida, elogio de la mano», el texto de Javier Maderuelo finaliza diciendo sobre el escultor: «El espacio que acotan sus obras es el que cabe en su mano, aquel que fluye entre sus dedos». Mientras que para Calvo Serraller, que ha escrito el texto referente a la muestra «Dames», «esta serie es fundamental -funcional- en el encuentro de Saura con la pintura: su encuentro con el 'sexo-pincel' que marca su destino copulativo (...) su encuentro con la 'grosería' de la pintura como materia (...)».