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EFE - LOS ÀNGELES
El actor Bob Hope, uno de los iconos del mundo del espectáculo de Estados Unidos, ha muerto a los 100 años. Nacido en Eltham (Reino Unido) pero nacionalizado estadounidense, murió el domingo a causa de una neumonía en su casa de California rodeado de su familia, según su representante, Ward Grant. Hope cumplió 100 años el pasado 29 de mayo y su frágil salud ya le impidió entonces participar en los numerosos actos de homenaje que se celebraron en todo EEUU para agradecerle su larga carrera en el mundo del espectáculo, iniciada a los 18 años.

Empezó en el vodevil, continuó trabajando en radio, televisión y cine -hizo 69 largometrajes- y se convirtió en una auténtica leyenda del mundo del entretenimiento. Multimillonario, apasionado del golf, amigo de casi todos los presidentes de EEUU desde el final de la II Guerra Mundial, Hope hizo de la comedia y el buen humor su seña de identidad. Con motivo de su 100 aniversario, fue el primer civil en EEUU en recibir una condecoración militar para darle las gracias por las muchas veces que viajó para llevar la sonrisa a las tropas estadounidenses desplegadas en misiones en todo el mundo. «Entretuvo a miles de tropas de diferentes generaciones», recordó Bush sobre las famosas giras. Con cinco estatuillas del Oscar -es la persona que más veces ha asistido a la entrega del premio-, aunque todas ellas de honor, fue reconocido, sobre todo, por sus labores humanitarias y, porque tras 80 años de carrera, fue algo más que un cómico. El actor cuenta incluso con su propia sala en la Biblioteca del Congreso, en Washington, a la que donó 85.000 páginas con muestras de su humor.