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El nuevo responsable de Patrimoni del Consell de Mallorca, Joan Josep Mas, ha tenido que suspender la excavación subacuática prevista este verano en Cala Sant Vicenç. Según el director insular, no se ha podido firmar el convenio que la financiaba porque los anteriores gestores del área «habían comenzado muy tarde a gestionarlo». La negociación entre las tres partes implicadas había comenzado «el pasado mes de junio», y la excavación estaba prevista para el de julio que finaliza hoy, explicó ayer Joan Josep Mas, quien añadió que «el próximo mes de enero nos pondremos con el convenio para que en 2004 se pueda llevar a cabo la excavación». Para el director insular de Patrimonio, «es un tema muy interesante con el que queremos continuar».

En un pecio de Cala Sant Vicenç, un grupo de arqueólogos mallorquines y catalanes hicieron un importante descubrimiento, restos de un barco griego del siglo VI antes de Cristo. Los investigadores estaban codirigido por Xavier Nieto y Ferran Tarongí. Allí se encontraron monedas de oro bizantinas. La excavación fue posible en 2002 gracias a la colaboración entre el Consell de Mallorca, el Museo Arqueológico de Cataluña (MAC), a través del Centro Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC), y Caixa de Colonya. Entre los tres había «un acuerdo verbal» que, finalmente, no se ha materializado «porque se comenzó a negociar en junio», dijo Mas. Las partes implicadas no se pusieron de acuerdo en la redacción del convenio y, según dijo el nuevo director insular, el tiempo se echó encima. «Yo me encontré el problema encima de la mesa», aseguró Mas. «Se habían hecho varios anteproyectos de convenio y como no se llegaba a un acuerdo, al final, tanto el Museo de Arqueología de Cataluña como Caixa Colonya decidieron que este año no se hiciera». Por un lado, el barco que sería la base del equipo investigador debía venir de Cataluña, del CASC. Por otro, se debía retirar, temporalmente, la arena que cubre y protege el pecio, labores costosas que ya era muy complicado emprender por las fechas.

Maria Antònia Vadell, anterior consellera de Cultura del CIM, de cuyo departamento dependía la excavación, anunció el pasado mes de abril en Pollença, donde se exponían las piezas recuperadas en el verano de 2002, que «este verano volveremos a ver el barco de los arqueólogos en medio de la bahía sabiendo que lo que han encontrado es un importante patrimonio para Mallorca». Finalmente, no ha sido así.