Antes de que empezara la actuación, Don Manolo, el dj de la Puta
Opepe, empezó a caldear el ambiente. Un ambiente compuesto por toda
clase de gente, aunque los jóvenes predominaron por encima del
resto. Instantes antes de que Jay Kay saliera a escena, la arena y
las gradas, repletas de gente, se preparaban para la fiesta. A las
22.00 horas en punto, el escenario se vistió de azul. El ritmo
funki invadió la noche y la plaza. La gente enloqueció y empezó a
gritar y a saltar. Fue entonces cuando las luces del coliseo se
apagaron, señal inequívoca de que Jay Kay estaba a punto de salir.
Primero entró la banda y, después, tras una breve espera que se
hizo eterna, surgió JK.
El cantante surgió completamente de blanco y con una vincha, el
característico tocado de los indios, también blanca con una raya
roja en medio y con plumas plateadas. Primero cantó «Conned heath»
y, después, llegó el momento de saludar. «All right. Buenas
noches», dijo. «Cosmic girl» y «Music» continuaron con el
espectáculo, un espectáculo repleto de luces y con un telón de
fondo negro en el que se podían ver pequeñas estrellas. El calor y
la enorme cantidad de gente que había hicieron que más de un fan
acabara en el dispensario. Las gradas, mientras, no dejaban de
bailar. Al igual que Jay Kay, como no podía ser menos.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.