TW
0

Una hora y diez minutos fue el tiempo que tardó ayer en abrir sobre el horario previsto (11.00 horas) la exposición «Atapuerca i l'evolució humana» inaugurada el pasado 25 de septiembre en sa Llonja. La espera provocó la indignación del público, alrededor de un centenar de personas. Fue el guardia de seguridad el primero en manifestar su sorpresa ante los asistentes después de que éstos golpearan la puerta para comprobar si había alguien en el interior: «El personal de la exposición no ha venido y yo no puedo abrir. Soy el primer sorprendido. No entiendo que pasa», dijo a lo largo de la mañana.

Fue a las 12:10 horas cuando por fin se abrieron las puertas y el joven encargado de la muestra explicó que había tenido «problemas personales», dato confirmado por un portavoz de la Conselleria de Cultura quien, además de pedir disculpas, también confirmó que el chaval «no avisó a nadie».

Durante la mañana de ayer domingo acudieron a la exposición sobre los yacimientos prehistóricos de la sierra de Atapuerca muchas personas, algunas de ellas, desde distintos puntos de la geografía mallorquina, como Moscari o Calvià. Ninguno podía entender la «poca capacidad de reacción» de los encargados de la exposición. «Todos podemos tener problemas, pero tardar más de una hora en arreglarlos es demasiado», comentaban.