Pere Nicolau, junto al diseño de Can Oleo. Foto: PERE BOTA

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La restauración de Can Oleo, un edificio gótico con patio propiedad de la UIB, situado en la calle de la Almudaina, en Palma, ha levantado opiniones encontradas. El motivo, una pared de vidrio que los arquitectos Mariona y Pere Nicolau proponen en su proyecto de rehabilitación como «realce y reflejo» del elemento más singular de la casa, la escalera gótica del XV y su fantástica barandilla de rosetones. Rechazado en la última comisión de Centre Históric de Cort, los autores lo explicarán el próximo martes en la reunión quincenal de dicho organismo. Un jurado de prestigio premió el proyecto en un concurso público.

Pere Nicolau cuenta en esta página su diseño y la filosofía en la que se ha basado. Si se construye, y él piensa que será así una vez lo haya explicado, significará la entrada en Can Oleo de la arquitectura contemporánea «dando valor a lo mejor de la arquitectura de Can Oleo, esto es, la del XIV-XV», dice el arquitecto que restauró el Gran Hotel. Can Oleo es un edificio del siglo XIV-XV con dos períodos de ampliación en el XVII-XIX. El elemento más singular de esta casa gótica es una escalera de dicho estilo.

El motivo de la polémica, una pared lateral a dicha escalera, levantada en el XVII durante una de las citadas ampliaciones. Nicolau propone en su lugar un lienzo de vidrio gris, sujeto a una estructura también de vidrio, que «realzaría» la escalera y su barandilla mediante el reflejo de la misma en el cristal. «No se trata de un muro cortina, sino de un reflejo como ocurre con la Seu en el Parc del Mar. Esta pared de cristal es subsidiaria, cuanto menos significativa sea mejor, no es un cristal de feria». Fue precisamente esta solución, asegura Nicolau, lo que inclinó al jurado a favor de su proyecto. El vidrio, destaca, «fue concebido siempre al servicio de la escalera».