Vista nocturna del exterior del museo. Foto: JOAN TORRES

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RUIZ COLLADO/P.G./J.N.

La arquitectura del Museu Es Baluard continúa recibiendo elogios por parte de quienes visitan el recinto, impactados por la potencia de la muralla renacentista y la integración de la misma en un nuevo espacio. Éste surge de la combinación de dos formas constructivas distantes en el tiempo varios siglos, el Baluard de Sant Pere y el diseño contemporáneo a base de lienzos de hormigón blanco. Pero no son menos importantes las expectativas que suscita el nuevo museo público. Todos coinciden en que Es Baluard representa el inicio de una nueva etapa para la cultura de la Isla y para nuestra promoción en el exterior.

El conseller de Turisme, Joan Flaquer, visitó el museo con altos cargos de su departamento. Flaquer señaló: «Me ha gustado mucho, se ha recuperado un espacio emblemático para la ciudad», y añadió que «Palma necesitaba una infraestructura y oferta de este tipo, una oferta turística cualificada y con un alto valor añadido».

Juan Carlos Alía, gerente de Ibatur, se confesó «maravillado» de la arquitectura desarrollada por la construcción del museo. Desde el punto de vista promocional, «que es lo que me compete», consideró que «el museo será una gran pantalla promocional de Mallorca en el tema cultural que ampliará la oferta de visitantes a la Isla y a Palma».

Eduardo Gamero, director general de Promoción de la Conselleria de Turisme, dijo que «es una maravilla desde el punto de vista arquitectónico, me ha sorprendido gratamente lo que allí se ha hecho». Para Eduardo Gamero, el Museu Es Baluard será «uno de los atractivos culturales más importante de la Isla y punto de referencia para el turismo cultural y el de fin de semana, ya que Palma quiere convertirse en una ciudad de negocios, de cultura y de fin de semana».

El director general de Ordenación, Josep Aloy, manifestó que se ha hecho «un trabajo funcional desde el punto de vista arquitectónico porque se ha recuperado un espacio para Palma con una impronta arquitectónica muy especial». En lo que concierne al efecto sobre el turismo, Aloy apuntó que «será un atractivo con un valor añadido muy especial con el que Palma no contaba. Tenemos un edificio emblemático que se ha integrado perfectamente en el entorno y será uno de los museos de referencia nacional. El museo se incorporará a los recorridos culturales que se están llevando a cabo por Palma, en concreto al programado sobre la ciudad y la mar».

El jefe de gabinete del conseller Joan Flaquer, Francesc Salas, destacó que se ha hecho «un gran trabajo para la recuperación de un espacio emblemático como el Baluard para reconvertirlo en un lugar de uso y disfrute de los vecinos de Palma, de las islas y de los visitantes». También consideró que «se ha abierto otra ventana al mar» y que este museo público supone «dotar a Palma de una oferta cultural de calidad inmejorable ya que dignificará la riqueza cultural existente en esta Isla. Estoy muy orgulloso de este museo».

Por otra parte, Jaime Puig de la Bellacasa, director general de comunicación y relaciones institucionales de Sol Meliá, apuntó sobre el edificio que «la iluminación, diseño y cómo se han concebido los espacios son perfectos desde el punto de vista arquitectónico. Además, se ha sabido combinar perfectamente los materiales». En cuanto a lo que supondrá desde el punto de vista cultural, social y turístico, asegura que «con esta obra se va a incentivar el turismo cultural en Palma. Su construcción supone un atractivo adicional al movimiento cultural que se desarrolla en la ciudad».

La eurodiputada Mónica Ridruejo destacó que le gustó «mucho la idea de hacer un museo en un sitio de un alto valor histórico que estaba infravalorado. Será un buque insignia en el que se fusionarán muchas vertientes: la construcción moderna y la histórica, la cultura, el ocio y la vida diaria de Palma. Si la ciudad ya tiene una variada historia y recibe a mucha gente, la apertura del museo puede significar un atractivo turístico más». En lo que concierne al proyecto arquitectónico, la eurodiputada consideró que «la reforma a que ha sido sometido el antiguo Baluard de Sant Pere es ideal. El aljibe, además, es un espacio privilegiado, fascinante, muy versátil para acoger diferentes actividades, y las terrazas tienen unas vistas excepcionales».