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La LIV edición del Festival Internacional de Berlín, Berlinale, arrancó ayer con fuerte presencia española en sus distintas secciones. El certamen se inauguró con «Cold Mountain», un melancólico filme de amor y guerra con el sello de Hollywood, aunque su director, Anthony Minghella, impute la tibia acogida a un castigo de la industria estadounidense por haberla rodado en Rumanía. En la sección oficial, donde se presentarán un total de 23 largometrajes, el cine español competirá con «La vida que te espera», de Manuel Gutiérrez Aragón, y con otras cuatro coproducciones minoritarias.

Las coproducciones españolas que competirán son «El abrazo partido», de Daniel Bruman; «25 degrés en hiver», de Stéphane Vuillet; «Ae fond kiss», de Ken Loach y «Triple agent», de Eric Rhomer. Por su parte, la animación de producción española «¿Con qué la lavaré?», dirigida por la ilustradora María Trénor, competirá en la sección oficial de cortometrajes de la Berlinale, que no contaba con participación española desde hace cinco años. El filme del desertor -Jude Law- que recorre más de tres mil kilómetros a pie, herido y acosado, para reunirse con su amada -Nicole Kidman-, «Cold Mountain», llegó a la Berlinale marcada por el estigma de su tropiezo en el reparto de designaciones al Oscar, en cuya carrera partía como favorita.

«Cold Mountain», que acudió a Berlín fuera de concurso pero con el honor de abrir el Festival, se llevó «sólo» seis candidaturas al Oscar, en las que no están las principales que se le daban por cantadas -mejor película, director y actriz-.El guión, basado en la novela de Charles Frazier, presenta lo que, a juicio de Minghella, es un tema universal y, lamentablemente, actual: «El destino de una gente que se ve arrastrada a una guerra por seguir una bandera, por seguir una mentira».