Visitantes en la sala -1, donde se exponen las últimas tendencias. Foto: CURRO VIERA

TW
0

C.AGUSTÍN

Es Baluard celebró con éxito otra jornada de puertas abiertas. 4.107 personas visitaron ayer el recién inaugurado museo, que permaneció abierto de 10.00 a 20.00 horas. El horario se cumplió y nadie se quedó sin poder entrar: «Una jornada tranquila, fluida tanto en las entradas como en las salidas», aseguró el personal de Es Baluard. En total, durante su primera semana de funcionamiento, el museo tuvo 6.107 visitantes. Esta vez las colas se formaron a primera hora de la mañana, cuando el público esperaba que el museo abriera sus puertas (poco después se pudo acceder a las dependencias del mismo con bastante fluidez). Por la tarde, se volvieron a repetir las colas, aunque menos densas que en las primeras jornadas de puertas abiertas, durante las cuales visitaron Es Baluard cerca de 9.000 personas.

Una vez más los asistentes valoraron muy positivamente el conjunto arquitectónico, la integración de los elementos más modernos en el contexto histórico y, en concreto, de la muralla: «Recuperar lo que hasta ahora había sido un espacio degradado», decían. Más de una persona coincidió en afirmar el acierto que ha supuesto rehabilitar un espacio tan privilegiado: «Algo que, lamentablemente, no se hizo en el Conservatorio de Palma. Prefirieron comprar terrenos nuevos, en vez de recuperar un edificio como el de la Misericòrdia. Una pena, de la que ahora seguramente se arrepentirán».

En la misma línea contestaban quienes aseguraban: «Esperamos que se continúe en esta línea. Rehabilitar unos espacios preciosos, en lugar de adquirirlos nuevos, como se ha hecho con otros museos». Una vez más, la sala dedicada al paisaje del Mediterráneo y al desnudo femenino fue una de las mejor valoradas. Esta sala es la primera indicada en el recorrido que facilita el museo para realizar la visita. En la misma se encuentran óleos de Rossiñol, Camarasa, Picasso y los desnudos de René Magritte La seducción inesperada y de Archie Gittes Desnudo femenino, así como un paisaje de Génova de Francisco Bernareggi, obras ampliamente citadas por el público que visitó ayer el museo cuando fue preguntado sobre sus pinturas favoritas.