Aspecto de una de las salas del museo durante las primeras jornadas de puertas abiertas.

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Las cifras dan cuenta del interés que el Museu Es Baluard despierta entre los residentes y turistas. Según un comunicado del centro, éste tuvo 25.028 visitantes «a un día de alcanzar su primer mes de funcionamiento». Residentes, turistas, escolares y otros grupos sociales han recorrido las salas de exposiciones y terrazas, tanto en los días de funcionamiento habitual como en los de jornadas de puertas abiertas. Mañana, 1 de marzo, se convoca nuevamente a una visita gratuita con motivo del Dia de les Illes Balears. El martes estará cerrado.

El éxito del museo resultó patente durante el primer fin de semana abierto al público, primeras jornadas de puertas abiertas. Tras la inauguración del pasado viernes 30 de enero, -presidida por los Reyes- los ciudadanos respondieron masivamente con largas colas que llegaban hasta sa Feixina. En total, fueron 8.085 los visitantes, muchos llegados de la Part Forana. Fue tal la afluencia, que el cierre se retrasó una hora más para que quienes esperaban pacientemente no se quedaran sin entrar.

Por ese motivo, los patronos del museo volvieron a programar otra jornada de puertas abiertas el pasado domingo día ocho. Y el público volvió a poner a prueba su paciencia con largas colas. El resultado se saldó con 4.107 visitantes que, como el fin de semana anterior, valoraron muy positivamente la apertura de Es Baluard, las obras expuestas, la recuperación del Baluard de Sant Pere y la construcción de un entorno que combina la arquitectura contemporánea con la muralla renacentista.

Tras la habitual agitación de la inauguración, Es Baluard inició su funcionamiento a buen ritmo. Llegaban los primeros colectivos de estudiantes, se convocaban las primeras conferencias y, ayer, se iniciaron los talleres. De los ochenta colegios que habían reservado hora, el museo comunicaba ayer que ya han pasado 41 grupos de escolares procedentes de 28 centros educativos de toda Mallorca.

Doris von Dratten, experta en la obra de la artista alemana Rebecca Horn, que ocupa el Aljub con la instalación «Luz en el vientre de la ballena», impartió la primera conferencia que acogió el auditorio del museo. Con lleno total, diseccionó el trabajo de Horn ante unas 200 personas, entre ellas un grupo de coleccionistas de Christie's Barcelona. Días más tarde comenzaba un ciclo de conferencias con Magdalena Riera, arqueóloga municipal; el historiador del arte Jaume Llabrés, coautor con Aina Pascual del libro «El Baluard de Sant Pere i la Ribera del Moll», y los arquitectos Luis García-Ruiz y Vicente Tomàs, diseñadores del proyecto con Jaime García-Ruiz y Angel Sánchez-Cantalejo. Coincidiendo con Arco, la feria de arte de Madrid, visitaron el museo un grupo de coleccionistas internacionales y, días antes, 150 profesionales del sector turístico local.