La Fundació Caixa de Girona inaugura en la Fontana d'Or, en
pleno centro de la ciudad catalana, una exposición compuesta por 39
cuadros de Joaquim Mir. Más de la mitad de las obras pertenecen a
la época mallorquina del pintor, desde que viaja a la isla en 1900
hasta su accidente en Sa Calobra de 1904.
La exposición ha sido calificada por su comisario, el
historiador Francesc Miralles, como «la presentación más seria de
la obra de Mir y de su evolución». El especialista en la obra del
pintor calificó a Mir como «el paisajista más importante del siglo
XX que llegó a la abstracción desde la práctica, de una manera
visionaria, cuando nadie hablaba de abstracción».
Las pinturas expuestas en Girona se agrupan en dos partes: una
destinada a obras inéditas o poco conocidas y la otra a su época
mallorquina. Los cuadros pintados en Mallorca representan la
plenitud del pintor y el descubrimiento del color y la luz. Sus
años en la Isla provocaron un cambio en su pintura y su vida. Los
cuadros proceden de colecciones privadas o de instituciones como la
Fundació Es Baluard. Mir retrató los paisajes de la Isla,
especialmente los de la Serra de Tramuntana. En Girona sólo uno de
los cuadros pintados en Mallorca presenta figuras humanas, el que
hizo en el interior de una casa en Sóller. El resto muestra su
visión de la bahía de Palma, Bellver, el Torrente de Pareis,
Pollença, Miramar y, en general, la zona norte de Mallorca.
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