TW
0

Nunca había trabajado en una tragedia por lo que, convertirse en Medea, ha supuesto «todo un reto». Lo explica la actriz mallorquina Caterina Alorda, que protagoniza «Medea, Medea», la coproducción entre el Teatre de Manacor, la Fundació Teatre Principal y el Auditòrium Sa Màniga (Cala Millor). En éste último espacio, Alorda y sus compañeros en el montaje subirán al escenario esta tarde.

La función viajará después a Manacor y al Teatre Municipal Xesc Forteza de Palma. «La obra se basa en la tragedia griega de Eurípides y en la romana de Séneca, cogiendo más elementos de la primera que de la segunda», señaló la actriz. Medea es «una señora que ha sido abandonada por su esposo». «Su desesperación y la ofensa a la que ha sido sometida hacen que supere los límites y vaya más allá de la sensatez por venganza». Todo el dolor que Medea siente quiere transmitírselo a él. «Lo destruye todo, incluso termina consigo misma».

En ningún momento «sale victoriosa». La visión que ofrece Rafel Duran, director del montaje, es, según Alorda, «más actual». «Medea daña a propósito, de manera consciente, y, por lo tanto, conscientemente se daña a ella». La puesta en escena, que recae en Rafel Lladó, no es «una reproducción de la época, pero tampoco es contemporánea». «Es una mezcla de las dos visiones». Caterina Alorda nunca había hecho un papel en una tragedia clásica. «Ha sido una experiencia estupenda». La actriz asegura que «da miedo lo vigentes que son textos con más de 2.500 años de antigüedad».