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NICO BRUTTI

Tranquilo, sentado comodamente en sus asientos, hetereogeneo y dispuesto a disfrutar de la noche de verano y la música. Este era el tipo de público que ayer acudió al Coliseo Balear para escuchar a los irlandeses The Corrs que llenaron la plaza de toros al setenta por ciento de su aforo. En uno de los palcos, Maria Antonia Munar, presidenta del CIM, parapetada tras una gafas negras y vistiendo pantalones, atuendo poco habitual en ella. Iba toda de negro.

Con 15 minutos de retraso sobre el horario previsto, los hermanos Corr, The Corrs, salieron al escenario a las 22.15. Andrea, la vocalista, tomó la palabra para saludar con un «Buenas noches Palma» y, a continuación, iniciar el desfile de canciones que les han hecho famosos con su mezcla de sonido celta y mucho pop.

«Thank you», de su último disco, abrió el fuego para continuar con «Only When I sleep», uno de sus temas más populares, y «Dreams». Los irlandeses estuvieron acompañados por un teclado, guitarra, bajo y batería.

La edad media de los asistentes, que corearon las canciones más populares de la banda, no bajó de la treintena. El calor se sofocaba con abundantes litros de cerveza.

El grupo fue desgranando sus baladas poperas de tono folk como «What cant I dou», «For given not forgotten». Con «Angel» comenzó a caldearse el ambiente y los irlandeses pusieron en pie a sus seguidores, que les premiaron con muchos aplausos. Después vino «Runnaway».

Andrea, Caroline, Jim y Sharon, nacidos en las afueras de Dublín, ofrecieron un cálido concierto, a tono con la noche, para presentar su último disco, grabado en Los Angeles, «Borrowed Heaven», donde sobresale su corte «Summer Sunshine», una liviana y pegadiza canción.