El promotor del edificio de viviendas que se construye en d'alt
murada, en el solar del barrio de sa Calatrava de Palma en el que
aparecieron un cementerio medieval con 210 esqueletos y unas
estructuras tardorromanas, suspendió anteayer, temporalmente, la
excavación que lleva un año en marcha.
La obras de construcción del edificio han comenzado en una parte
del solar y cuentan con permiso del Consell Insular para que se
realicen en esa zona concreta del mismo. Según explicó ayer Joan
Josep Mas, director insular de Patrimoni, la autorización fue
concedida con la prescripción de que la excavación continuara hasta
el final.
El arquitecto Pere Rabassa, director de la obra, comentaba ayer
que la paralización de la excavación, «que está resultando muy
costosa para el promotor», es «momentánea». «La propiedad quiere
tomarse un tiempo para repensar el mejor sistema para llevarla a
cabo» ya que, tras un año, «aún no se tiene ningún indicio del
tiempo que puede durar». Rabassa calificó la situación de
«excepcional» ya que en Palma nunca habían aparecido tal cantidad
de restos óseos. El solar, que había formado parte del huerto del
convento de las clarisas, fue utilizado en 1348 como cementerio de
urgencia para enterrar a los fallecidos por la epidemia de peste
que asoló Mallorca. La propiedad ha intentado agilizar la
excavación con la contratación de más arqueólogos «pero no hay»,
dice Rabassa, quien apunta que el promotor se encuentra «quejoso»
por la «falta de colaboración de la Administración» y pedirá «una
compensación como prevé la Llei de Patrimoni».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.