La multitud, entregada al hechizo de la mallorquina.

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NICO BRUTTI

Las Festes de Felanitx tuvieron anteanoche un punto casi culminante con la actuación en directo de la argentina-mallorquina, Chenoa.

Allí, pasada la una, una multitud calculada en más de seis mil quinientas personas le dieron la bienvenida a la cantante con una ovación que se prolongó durante más de una hora y media, el tiempo que duró la presentación.

Pero todo tiene un comienzo, y según unos u otros, varía no sólo en la hora, sino en el día. Las ultra forofas, pasaron la noche del jueves frente a las entradas del Parc Municipal, en una verdadera demostración de fanatismo por la estrella. Las más, desde la mañana misma del viernes, pasando lentamente las interminables horas con intercambio de historias, y sobre todo, escuchando a quién si no, Chenoa.

Para las once y media de la noche, sólo se habían registrado dos casos de deshidratación y una caída accidental. La tarea de la Cruz Roja y de la gente del operativo de seguridad, era impecable. Los presentes, una mezcla de preadolescentes, madres, y hombres dispuestos a vivir la verbena, a esa hora se dedicaban a beber, comer y disfrutar de charlas, ligues varios y paciente espera.

Cuando hacia la una de la madrugada, la hora señalada, se apagaron las luces del parque, la multitud congregada comenzó su propia fiesta. Apareció Chenoa, vestida de un rojo furioso, con chaqueta, top y pantalones al tono, bajando una de las dos escalinatas que había a los lados del escenario, mostrándose exultante.