El personal de la Biblioteca Pública del Estado inició ayer por
la mañana el traslado de sus fondos desde la Casa de Cultura hasta
el nuevo edificio de Can Salas, en la Plaza Porta de Santa Catalina
de Palma. A lo largo de un mes y medio o dos, según las
previsiones, los 300.000 volúmenes empaquetados durante las últimas
semanas irán ocupando su espacio en las distintas dependencias bajo
la supervisión de la bibliotecaria jefe, Maria de Lluc Alemany.
El conocido como fondo histórico de Monti-sion, libros y
estanterías que lo albergan, quedará en la ya vieja ubicación de la
Casa de Cultura, que se remodelará para ganar espacio para el Arxiu
del Regne.
Can Salas, diseñado por los arquitectos del Ministerio de
Cultura, cuenta con cinco plantas, -tres en altura-, sótano y
semisótano, y como novedad incorpora una sala para investigadores,
una planta entera dedicada a infantil y juvenil, un taller de
restauración y un salón de actos que puede ser utilizado como sala
polivalente.
Los despachos de administración, dirección y taller están en la
planta 3ª. La 2ª, con tres zonas, se dedica a consulta de
multimedia, discos, DVD, de obras de referencia y es donde se han
situado los ordenadores de Internet de uso público. También en esta
planta está la sala para investigadores, conectada con un
montacargas que lleva directamente a los depósitos de fondo antiguo
y hemerográfico. Ésta última, y la planta 1ª, dedicada íntegramente
a infantil y juvenil, significan la gran novedad de la biblioteca
respecto a su ubicación en la Casa de Cultura. El espacio para
pequeños y adolescentes, con zona para realizar actividades, que la
directora quiere «potenciar», contará con consulta y préstamo de
libros y soportes multimedia. La planta baja se dedica al préstamo
y a la consulta de diarios y revistas en curso. Los compartimentos
compactos con aireación para los manuscritos e incunables y la
hemeroteca de prensa retrospectiva local ocupan los sótanos. Estos
materiales serán «los últimos que entren en la biblioteca», dijo la
directora. Estos días se están adecuando las condiciones de
climatización, temperatura y humedad, óptimas. «En la Casa de
Cultura teníamos un 65 por ciento de humedad, ahora estamos en 61 y
tenemos que llegar al 50-55 por ciento».
Según Maria de Lluc Alemany, «hasta ahora había mucho depósito y
poco libro de acceso, el concepto era de biblioteca de
conservación». A partir de la apertura de Can Salas «el concepto
será de difusión».
Mientras dure el traslado, Palma sólo contará con una biblioteca
pública en funcionamiento, la de Cort, ya que la del CIM, en la
Misericordia, que también está abierta, se especializa en cultura
artesana.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.