Hace ya más de un año que las la biblioteca municipal Ramon
Llull, ubicada en el edificio situado entre el instituto de mismo
nombre y la Escuela de Diseño, se encuentra prefectamente
acondicionada en espera de su apertura. El PSM, así como algunas
voces académicas, han pedido al Ajuntament de Palma que este
espacio se inaugure «de inmediato». Cort espera hacer efectiva esta
petición a mediados de enero, cuando finalicen las obras que la
Sociedad Municipal de Aparcamientos está realizando en la Plaza del
Tubo.
El concejal de Educación y Cultura, Rogelio Araújo, explica que
hace unos meses se barajó la posibilidad de abrir la dependencia,
que cuenta con una puerta interior que comunica con el instituto,
pero que se ha preferido esperar a que su acceso exterior, ahora
obstruido por los trabajos del segundo parking de Vía Alemania,
esté operativo. No obstante, esta es una historia que trae cola,
puesto que el director del Instituto Ramon Llull, Emili Gené, ya
mantuvo hace casi dos años una reunión con la alcaldesa de Palma,
Catalina Cirer, y la directora general de Cultura del Govern,
Catalina sureda, en la que prometieron «agilizar al máximo» este
caso.
La biblioteca Ramon Llull es fruto de un convenio firmado por
Cort y el Govern balear en 1998, cuando la Fundació La Caixa donó
al Consistorio el fondo bibliográfico y el mobiliario de la
biblioteca que la entidad bancaria tuvo hasta entonces en su sede
de la Avenida Alexandre Rosselló. El fondo, compuesto por libros de
materias generales, ha sido definido por los funcionarios que
actualmente se encuentran catalogándolo de «desfasado y
deteriorado». Cort tan sólo le ha sumado volúmenes de referencia:
enciclopedias, diccionarios, colecciones históricas...; aunque el
concejal Araújo afirma que este año se han ampliado las partidas
presupuestarias para dotar de fondos actualizados a las bibliotecas
municipales, por lo que «cuando se conozca el tipo de usuario del
nuevo espacio, se llevará a cabo la adquisición de un fondo
adaptado a él».
Otra de la críticas que formula el PSM es el hecho de que las
bibliotecas municipales de Palma no formen parte de la red de
bibliotecas del Consell de Mallorca, institución que posee las
competencias en esta materia. Pere Muñoz, portavoz del partido
nacionalista en Cort, apunta que «todos los ayuntamientos de la
Isla están adscritos a esta red, lo que supone una mayor
posibilidad de obtención de ayudas para la adecuación de fondos y
mobiliario». A este respecto, Araújo comenta que «ya ha sido
presentado al Consell un escrito, aprobado en pleno por unanimidad,
en la que se le pide que acepte a las bibliotecas de Palma dentro
de esta red insular». Esta solicitud está todavía pendiente de
contestación, aunque el concejal afirma que fue recibida con
interés y que «posiblemente esté siendo objeto de un profundo
estudio por parte del Consell, valorando los criterios y el impacto
económico que supondrá su aceptación».
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