El escritor Miquel Bauçà, autor de «El canvi», falleció a los 64
años en Barcelona, ciudad en la que residía. El autor murió a
principios del mes de enero tal y como había vivido, solo. Ganador
del Premi Joan Salva-Papasseit con sólo 21 años y con la obra «Una
bella història», dedicó su vida a la poesía, aunque también se
adentró en la novelística. Bauçà era la voz más personal, y una de
las más premiadas de la literatura catalana de la segunda mitad del
siglo XX.
Miquel Bauçà era un hombre solitario. Hijo de un zapatero y de
un ama de casa de Felanitx, Bauçà era el pequeño de cinco hermanos,
con los que apenas mantenía relaciones. Sólo su hermana María le
escribía unas cartas que a veces contestaba y otras no. Una de sus
primeras pasiones fue la bicicleta y, uno de sus primeros héroes,
Timoner. En 1961, tras ganar el Joan Salva-Papasseit, el escritor
decidió dejar su Mallorca natal para trasladarse a Barcelona. Su
infancia en la Isla, marcada por el franquismo, dejó profunda
huella en el autor.
«Nací en el 40, cuando la Guerra Civil había terminado, y me
encuentro un niño que no sabe ni conoce la historia pasada
inmediata. Soy un niño, y un niño vive de las sensaciones que tiene
delante, inmediatas. No sabía que había habido una guerra, que
existía España, pero recuerdo que mi madre me explicaba a menudo el
pasado, que para mí eran unos años míticos», dijo en una ocasión el
escritor.
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