El Centro de Cultura Sa Nostra fue ayer escenario de un homenaje
dedicado a uno de los cervantistas más importantes que ha habido en
Mallorca, Josep Maria Casasayas. El acto, organizado por el
Institut d'Estudis Baleàrics, fue inaugurado por el presidente de
la institución, Gabriel Janer Manila, que alabó la figura de
Casasayas, «un ejemplo cívico por su compromiso con el país, puesto
que fue fundador de la Obra Cultural Balear y del GOB, además de un
gran cervantista».
Josep Francesc Alomar Casasayas, sobrino del estudioso
mallorquín, hizo una aproximación sentimental a su figura y destacó
la importancia de la burguesía ilustrada y lo puso como ejemplo
representativo de ésta. El plato fuerte del homenaje, sin embargo,
fue la conferencia que pronunció Carme Riera bajo el título «Don
Quijote en el Mediterráneo». La escritora analizó para el gran
público la importancia que tuvo para Cervantes la búsqueda del mar
por parte del Quijote, su gran personaje literario. «Este tema nos
ofrece uno de los aspectos más interesantes de la obra que es,
precisamente, su modernidad. La búsqueda del Mediterráneo es clave
para las personas de tierra adentro porque ofrece la posibilidad de
vivir aventuras reales».
Riera detalló, asimismo, otras claves del Quijote. «El novelista
más importante de todos los tiempos es Cervantes y si hay una
persona magnánima hacia el catalán y el resto de lenguas es él».
Precisamente, la mallorquina comisaría para el Año del Libro y la
Lectura una gran exposición que se inaugurará el próximo día 15
marzo sobre el Quijote y el cuarto centenario de la publicación de
su primer volumen. «Es a partir de esta exposición que nació el Año
del Libro, ya que en la obra de Cervantes hay reflexiones útiles
para lectores, escritores, editores, traductores...». Riera también
explicó que «las celebraciones con respecto a 1905 han cambiado de
forma espectacular. La última estaba organizada por Mariano de
Cavia, que organizó banquetes y procesiones. Un símbolo, sin duda,
de la España más casticista de la época, que acababa de perder las
colonias y sólo le quedaba aquella ideología patriótica. Pero
Cervantes no dejó indiferente a nadie, porque los anarquistas lo
llevaban como bandera y también la extrema derecha. Eso es lo que
pasa con los clásicos». El acto se clausuró con un concierto del
guitarrista Josep Sbert, que interpretó piezas de Luis Milan, Luis
de Narváez, John Dowland y Joan Serra.
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