Ses Voltes se llenó con más de 2.000 personas que no quisieron perderse el evento. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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El pasado sábado se puso de manifiesto, nuevamente, que los grupos de rock de la escena mallorquina están para algo más que entretener a sus seguidores. Durante la tarde del sábado, y a medida que el sol cedía protagonismo a una agradable noche, más de 2.000 personas se acercaron hasta de Ses Voltes, que se mostró como un marco ideal para estos acontecimientos, para apoyar con su presencia el Festival Solid Art, cuya recaudación se destinará a los afectados por el tsunami.

El espacio escénico ofrecía un espléndido aspecto, con un escenario rodeado de un potente equipo de sonido que rindió perfectamente y un brillante juego de luces que acompañó desde la primera actuación hasta la última y que en todo momento se mostró bien dirigido. La colaboración entre Intermón Oxfam, el Ajuntament de Palma y los músicos locales, que renunciaron a sus cachés, hizo posible que cuando la música alegre y juvenil de Ultrapop comenzase a sonar lo hiciese con todo preparado y listo para una solidaria noche de rock.

Acto seguido, se presentaron The Zinedines. El cuarteto de Muro no defraudó y supo llevar su psicodelia cerca de las primeras estrellas que aparecían en un cielo ya anochecido, lo que permitió brillar aún más a Glycerine que aprovecharon para presentar su inminente segundo disco que promete nuevas emociones y mejores canciones. El trío palmesano fue la siguiente banda en subir al escenario, ofreciendo una enérgica actuación que dejó a todos los asistentes con ganas de más.