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La historia de amor imposible entre la cortesana Violeta Valéry y su amante, Alfredo Germont, regresa de nuevo a Mallorca. La Fundació Teatre Principal retoma, tras once años sin programarla, una de las piezas más conocidas de Verdi y la primera ópera en abordar un drama familiar. La obra, que abrirá la XIX Temporada d'Òpera, se representará mañana y el próximo domingo en el Auditòrium de Palma. «Es la apuesta tradicional de esta temporada», explicó Francesc Bonnin, asistente musical y director del Cor de la Fundació Teatre Principal. De los catorce solistas que participan, seis son mallorquines: Marisa Roca, Joana Llabrés, Pedro Fuentes, Andreu Llamas, Antoni Cabot y Manuel Velasco. Completan el reparto la soprano Svetla Vassileva en el papel de Violeta y el tenor Ismael Jordi como Alfredo, Juan Jesús Rodríguez; Marisa Roca, Andrea Snarski, Fernando Latorre y Francisco Santiago.

«'La Traviata' es una ópera muy difícil, he tenido que trasladar a la Orquestra Simfònica de les Balears todos los matices y colores de un Verdi muy introspectivo», afirmó Roberto Rizzi Brignoli, el director musical de la obra. Ismael Jordi corroboró las palabras de Brignoli. «Me está exigiendo mucho porque quiere que quede perfecto», dijo. Será la tercera y cuarta vez que haga de Alfredo, «un rol muy especial para cualquier tenor» al igual que el de Giorgio Germont, que interpreta el barítono Juan Jesús Rodríguez. «Verdi, a diferencia de otros compositores, otorga un mayor relieve a los barítonos, algo que agradecemos los que tenemos esta tesitura de voz», explicó Rodríguez.

«La Traviata» que propone la Fundació Teatre Principal procede del Teatro Villamarta de Jerez y es «realista», según Bonnin. No se ha hecho ninguna adaptación al presente ni se ha variado ninguna pieza. «Tiene una escenografía monumental que cuenta con tres escenarios diferentes que recrean muy bien el París de mediados del siglo XIX».