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«Quería que Aznar fracasara pero la alternativa tampoco me hace bailar sardanas», apuntó con la sátira que le caracteriza la escritora mediática Empar Moliner y eso que, según confesó minutos después, la política le aburre. Esta apasionada de «la literatura cotidiana», a la que le «excita lo absurdo», presentó ayer en el Centre de Cultura Sa Nostra su libro. «Busco señor para amistad y lo que surja» (título inspirado en una visita que realizó a un agencia matrimonial) repasa, a través de cuarenta crónicas publicadas en los últimos cuatro años por la escritora catalana en «El País», temas anónimos que ella misma encuentra «cada día en plena calle» y que trata con un realismo transgresor y una gran dosis de crítica irónica.

Moliner, que acudió como invitada al ciclo del Centre de Cultura Sa Nostra «En diàleg amb...», relata su visión de situaciones variopintas: la consulta a un adivino para averiguar la supervivencia del catalán, la visita a un convento donde se alquilan empleadas latinoamericanas y hasta un almuerzo en un comedor social. Sobre este último tema explicó dónde encontró su fuente de inspiración para escribir un artículo. «Cuando estuve con los pobres comí mejor que en el restaurante de Ferrán Adrià», bromeó Moliner.

La escritora, que es colaboradora de «Crónicas Marcianas», defendió este espacio de las críticas que recibe. «No creo que Buenafuente tenga más calidad que el programa que hace Javier Sardà, son dos estilos diferentes», añadió Empar, que se atrevió a decir que «es más telebasura un espacio de ciencia donde salga una bruja que Crónicas». La catalana concluyó diciendo que en ningún programa ha tenido tanta libertad como en ese late night.