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Los 48 alumnos de la UIB que se encuentran en el Alguer (Cerdeña) de la mano del CIM y de la UIB conocieron el pasado viernes la Facultad de Arquitectura de la localidad, la única de la isla, y el Ajuntament. Su visita les sirvió para conocer la realidad de una comunidad, la catalana, que se encuentra en minoría aunque no extinta. El sábado, realizaron una visita más turística a Castelsardo y Sassari, dos de las ciudades más importantes de Cerdeña. La facultad de Arquitectura está adscrita a la facultad de urbanismo de la Universidad de Sassari. «En la actualidad, sólo cuenta con sesenta alumnos aunque se está trabajando para convertirla en un centro internacional, con alumnos de diferentes países», explicó Arnaldo Cecchini, profesor de arquitectura urbanística. Tanto Cecchini como Alessandra Casu, organizadora de los cursos de verano, intentaron convencer a los estudiantes de la UIB para que asistan a algunos de estos cursos, unas actividades que se dan estrictamente en italiano. El catalán queda excluido de los estudios.

Según Carles Cechi, presidente de la Obra Cultural de l'Alguer (OCA), esta situación se debe a la fractura vivida por la comunidad catalana del Alguer, que empezó a disgregarse en los años sesenta. «Hasta entonces, había sido capaz de integrar los emigrantes llegados del resto de la isla». Sin embargo, «eboom del turismo, el hecho de que no haya ningún medio de comunicación en catalán, ni televisivo ni escrito; la llegada de emigrantes en masa y la división de la comunidad catalana, que pasó de vivir en el mismo barrio a separarse», hizo que «los nuevos miembros del Alguer no se integrarán» y que no hubiera «continuidad». Ahora, «hay que potenciar el uso social del catalán». ¿Cómo? «Haciendo que nuestra lengua llegue a las instituciones y promocionándola dentro de nuestra comunidad». A pesar de todo, «seguiremos esforzándonos y trabajando para mantenerla viva y mejorar la situación de nuestra cultura». Después, los alumnos fueron recibidos en audiencia por Mario Conoci, presidente de la Asamblea del Alguer, en el Consistorio. «Las relaciones entre el Alguer y Mallorca son, básicamente, académicas. Tenemos unas tradiciones y una cultura común que queremos potenciar aún más». La tarea del Consistorio en lo que se refiere a las tradiciones culturales consiste en «difundirlas y tutelarlas».