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Liberto Santana, secretario de la Associació de Veïns de sa Calatrava, explicó ayer que la Ponencia Técnica de Patrimoni Històric del CIM tuvo información «sesgada» al votar a favor de la construcción de un inmueble en dos solares en Bastió d'en Berard, donde hay un yacimiento romano, cuando la promotora Castellví y el arquitecto Pere Rabassa presentaron su tercer proyecto de edificación.

Santana apuntó que los miembros de la Ponencia no dispusieron de dos peritajes aportados por la Associació al CIM, obra de la arqueóloga Helena Inglada y el historiador Pep Ignasi Alomar, contrarios a la construcción porque afecta a la muralla medieval. Los vecinos acusan al técnico del CIM Jaume Cardell de facilitar a la Ponencia datos «erróneos y sesgados pues es él quien informa a la Ponencia».

Santana también dijo que «el análisis de los planos del proyecto también fue sesgado porque se dice que no afecta al solar 2, donde están las estructuras romanas de habitaciones, y a la muralla, y sí afecta porque se trata de una destrucción pasiva ya que no habrá acceso para mantenimiento, estudio y disfrute».