La UNESCO ha dejado fuera de la declaración como Patrimonio de
la Humanidad la intervención de Antoni Gaudí en la Seu de Mallorca.
La decisión del Comité Mundial se tomó ayer en la ciudad
sudafricana de Durban. La propuesta se incluía dentro de un
conjunto de trece lugares o espacios en los que el arquitecto
modernista intervino y de los cuales tan sólo cuatro han sido
reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Estos son la Casa
Vicens, la fachada de la Natividad de la Sagrada Familia, la cripta
de la Sagrada Familia, la Casa Batlló y la cripta de la Colonia
Güell. La exclusión de la obra de Gaudí en la catedral fue valorada
por la directora general de Cultura Catalina Sureda como «una
lástima». Hacía años que el Govern trabajaba en el expediente y
tenía grandes esperanzas en esta declaración, que sería la segunda
para Balears. Dalt Vila de Eivissa continúa teniendo la
exclusiva.
La directora general, bastante decepcionada, pedirá cuáles han
sido los criterios de selección, ya que «todas las comunidades han
realizado un buen trabajo». El delegado diocesano de Patrimoni,
Pere Joan Llabrés, fue el primero que apuntó un posible criterio:
La UNESCO ha podido valorar que no fue una intervención
estructural, si no más bien decorativa y de restauración. Sin
embargo, la huella de Antoni Gaudí ha supuesto para la Seu, en
palabras de Llabrés, «conseguir uno de los espacios celebrativos
más imponentes de la cristiandad». El trabajo del arquitecto en la
catedral se desarrolló entre 1904 y 1914 y consistió en la
redistribución del espacio celebrativo retirando de en medio del
altar el coro y colocándolo en los laterales. Fue entre julio y
diciembre de 1904. Más adelante, construyó dos vidrieras para la
capilla de la Trinitat y realizó junto a su ayudante Josep Maria
Jujol la decoración cerámica del frontal de la Capilla Reial.
También dejó obra en hierro forjado, como las anillas de las
columnas, los candeleros del presbiterio o los de la capilla real,
muebles como bancos para los oficiantes y primatxers, atriles, el
tintináculo, econopeu, la célebre escalera para la exposición del
santísimo y, finalmente, el ciborio, realizado en 1912. Recordar
que esta pieza es sólo una maqueta, la definitiva nunca fue
construida. En el año 1967 se concedió un BIC específico para el
conjunto de la obra de Gaudí en Mallorca.
Además de la intervención de la Seu, también quedaron fuera la
casa Calvet, los pabellones de la Finca Güell, el colegio de las
Teresianas, la Torre Belleguard, el Palacio Episcopal de Astorga;
la Casa Botines de León y «El Capricho» de Comillas.
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