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Deià se convirtió ayer por la tarde en un pequeño Hollywood europeo al filo de la Serra de Tramuntana con lluvia de estrellas incluida. Stanley Tucci, Emmanuelle Seigner, Rhys Ifans, Marisa Paredes y María Esteve, con el resto de los actores de «Four last songs», dirigida por Francesca Joseph, presentaron la cooproducción hispano-británica. El centro de todas las miradas fue Tucci, uno de los secundarios más cotizados de Hollywood, que ha decidido apostar ahora por un papel protagonista. «Cuando leí el guión, mi personaje me atrajo por la confusión que sufre al principio de la película y cómo, a través de acontecimientos que suceden, consigue ser sincero consigo mismo», manifestó el actor de «La Terminal». En la película, que tiene un guión que han perfilado los propios actores con sus improvisaciones, Tucci se ha enfrentado a un papel protagonista. «No me da miedo, me motiva hacer un principal en vez de un secundario, eso significa que tienes que trabajar mucho más duro».

El actor ha tenido que meterse en la piel de un americano que, harto de fracasar en la vida, recala en una isla mediterránea en la que decide organizar un concierto que rinda tributo a un famoso compositor. Para ello, ha vuelto a tener que cambiar de registro. «El mejor piropo que me pueden echar es que me digan que soy un actor camaleónico. Eso es lo que cada actor quiere ser». Tucci, que calificó Deià como «un lugar magnífico», cree que el papel de su vida todavía no ha llegado. «Este es uno de los mejores que he hecho pero un actor se enriquece cada vez que hace una película y se tiene que superar con todas las interpretaciones que va haciendo en su carrera».

Para él, que los actores de esta película fueran de varias nacionalidades no ha sido un problema. «Eso no ha sido un factor desestabilizante, todo ha sido improvisación durante los ensayos, cada uno le ha dado la intensidad que ha querido a su personaje». Algo parecido le ha sucedido a la francesa Emmanuelle Seigner, la mujer del director Roman Polanski y una de la actrices de la película. «No ha sido tan difícil el idioma como el hecho de improvisar en otra lengua -la película se está rodando en inglés-», aunque admitió que eso «enriquece la interpretación». Seigner confesó que «gracias a mi marido he hecho películas que me han dado reconocimiento internacional» aunque matizó que «muchos directores no quieren trabajar con la señora de Polanski, en cambio, con las directoras, no tengo problema». Añadió que «para salir en una película de mi marido cinco minutos, prefiero no actuar». María Esteve afirmó no estar encasillada. «Trabajo para disfrutar y el hecho de hacer reír me motiva». Sobre la crisis del cine español, manifestó que «cuando voy a México me preguntan que cómo puede haber crisis en un país que hace 130 peliculas al año».